martes, 15 de febrero de 2011
Aprendiendo a hacer cimientos
Yungo sigue sumando amigos y caninos. Nuevo fin de semana con cielos claros, sol radiante, brisa fresca, cantos de pájaros y hojas al viento. Al llegar, nos acomodamos bajo el roble y nos pusimos a trabajar en la primera etapa de los cimientos. La tosca ya estaba depositada en el perímetro que marcamos y nuestra tarea era empezar con la zanja para el encadenado, de 15 centímetros de profundidad y 30 centímetros de ancho. Cuando estuvo lista, le pusimos una capa de arena de 7 cm y apisonamos bien, tanto la tosca, como la arena de la zanja. Un gran esfuerzo, sostenido y acompañado por la variedad de cosas ricas que fuimos comiendo: ensalada de quínoa, frutas, granola, queso de Verónica, y más. También inauguramos la primera compostera. Mientras tanto, Ruti con su nueva amiga Lola, íban y venían, jugaban, se perdían entre los yuyales, y entre tanto íban tramando el armado de la pandilla perruna.
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