lunes, 28 de marzo de 2011

Tranquera con luna llena



Dedicamos el sábado al armado y colocación de la tranquera, guiados por Daniel, que nuevamente se acercó a darnos una mano y visitarnos con sus jugos fríos y buena onda. Paso a paso fuimos dándole forma y, bajo la protección del roble se fue construyendo la entrada que hoy nos da la bienvenida en Yungo. Mientras tanto, parte del equipo se dedicó a realizar pruebas de barro siguiendo las indicaciones del Manual de Construcción de Gernot Minke. La idea era orientarnos sobre la composición de la tierra del terreno, y esta vez usamos la mezcla preparada el fin de semana anterior, con tierra, paja y bosta de vaca. Los resultados fueron algo ambigüos, pero concluímos que la tierra es principalmente arcillosa y linosa, siendo seguramente necesario para la construcción, que le agreguemos arena para equilibrarla.
Una vez que la tranquera quedó lista, la llevamos para adelante y lo ayudamos a Daniel que se encargó de ubicarla en el poste para que quede prolija y a nivel. Cuando terminamos de darle la primer mano de aceite de lino a la madera, el sol y el día se estaban yendo para dejarnos una luna esplendorosa. La acompañamos con música hasta que estuvo bien alta, dejándola luego con los increíbles sonidos de la noche en el campo; cenamos bajo su luz y nos fuimos a descansar.
El domingo arrancó con la visita de Adriana y el Polaco, que compartieron con nosotros unos mates y muchos de sus conocimientos y experiencias en distintas posibilidades de construcción, y por si fuera poco nos detallaron paso a paso la manera en la cual encarar la construcción del horno chileno. Hicimos algunas mediciones y concretamos el diseño de nuestro primer techo vivo.

Texto: Maximiliano Sandoval y Pablo Dominguez
Fotos: Melisa Szpiezak

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